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Algunos trabajadores tienen la eterna duda de si lo que ganan es el sueldo neto o el bruto. También surgen dudas sobre cuáles son las cantidades que forman parte del coste laboral de un trabajador. Así, los dos conceptos claves que se deben excluir son las cotizaciones a la Seguridad Social y las retenciones que se nos hacen en concepto de pago adelantado del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).
De estas últimas, las del IRPF, los ciudadanos suelen ser más conscientes porque cuando llega la hora de hacer la declaración se llevan o bien sustos, cuando se han hecho unas retenciones insuficientes y “sale a pagar”, o bien alegrías cuando “sale a devolver” porque las retenciones han sido más altas de lo que correspondian, recuerda Bankinter.
Una parte que no se suele mirar son las cotizaciones a la Seguridad Social, una cuantía importante de la que dependen de nuestras pensiones y otras prestaciones. Cuanto más altas sean las cotizaciones a la Seguridad Social y más tiempo hayamos cotizado más elevada será la pensión futura y nuestra prestación de desempleo en caso de quedar en paro.
El coste laboral mensual de un trabajador con un salario base de 1.500 euros es de 2.001 euros. De esos 2.001 euros el trabajador se lleva a su bolsillo 1.243 euros. La diferencia, 2.001-1.243 igual a 758 euros, se los lleva el Estado en concepto de cotizaciones a la Seguridad Social o impuestos, es decir un 37,88% del coste laboral corresponde a cargas estatales.
A partir de aquí, según Bankinter, la polémica está servida y se dan posiciones muy encontradas entre los que opinan que las cargas estatales son muy altas y dificultan la creación de empleo en un país con altas tasas de paro y los que creen que las prestaciones a las que das derecho a la Seguridad Social son necesarias, e incluso en algunos casos con regímenes especiales son muy bajas, si se quiere mantener una adecuada protección a la salud a los ciudadanos y, sobre todo, pagar las pensiones de los 10 millones de pensionistas existentes en la actualidad y los que se van a incorporar en el futuro.
En lo que parece haber consenso es en que además de acogernos a la pensión de la Seguridad Social conviene prevenir nuestro futuro con otros medios como un plan de pensiones adecuado a nuestras condiciones particulares.
Fuente: Finanzas.com