Separar el patrimonio familiar del negocio es el gran objetivo que persigue una fortuna cuando constituye un Family Office. Este producto no tiene por qué ser exclusivo de los multimillonarios y, de hecho, cada vez se implanta más en sociedades de explotación y propiedad familiares menos acaudaladas. Por eso conviene tener en cuenta las claves de un servicio de Family Office para todo tipo de cuentas de resultados.
1- Qué es: soluciones
Tradicionalmente, el de Family Office es un producto para ofrecer soluciones de banca personal o privada destinados a altos patrimonios con el que se gestiona íntegramente la renta familiar, diferenciándolo del patrimonio de la propia empresa. Esto es: las inversiones financieras, inmobiliarias y empresariales, la fiscalidad, la sucesión o la planificación global.
2- Qué ofrece: servicios
Conviene desechar de antemano que el Family Office sea ya un producto de asesoría financiera y patrimonial exclusivo para las grandes fortunas. Lejos de eso, cada vez se está imponiendo más como una solución a medida y, por tanto, accesible a otros muchos perfiles a los que se ofrece como un instrumento que sirve para sacar el máximo provecho a una gestión única del patrimonio. Se trata de componer un diseño personalizado y adaptado a las necesidades y la realidad patrimonial, fiscal y legal de una familia con independencia de su riqueza. Algunas de sus ventajas son: minimizar gastos bancarios; disponer de asesoría jurídica y asesoramiento fiscal; profesionalización de la gestión; planificación hereditaria; y minimización del pago de impuestos.
3- Un caso real
Supongamos que usted es un empresario, con 3 hijos, de los cuales uno puede continuar al frente de su empresa cuando usted ya no esté. Cuenta con un par de inmuebles, de los cuales uno es una vivienda vacacional, la otra la mantiene alquilada y la tercera es su residencia habitual. Tiene un gestor administrativo de toda la vida (que es su amigo) y no cuenta con un abogado. Algunas de las cuestiones que debe estar ya planteándose pueden ser estas: ¿Tiene hecho testamento? ¿Sabe cómo va a hacer la sucesión patrimonial? Si uno de sus hijos se va a quedar con la empresa, ¿cómo va a compensar al resto? ¿Convendrá hacer una donación de sus propiedades o crear una estructura para ella? ¿Quiere garantizar la educación de sus dos nietos? Si gestiona mejor su patrimonio financiero, ¿lo protegerá de riesgos? ¿Podrá obtener más rentabilidad?
4- Por qué contratarlo
Sólo el 9% de las 400 mayores familias del mundo que aparecen en la revista Forbes se han constituido durante los últimos 30 años. Esta es solo una de las cuestiones, a la manera de ejemplo, que recomiendan como más que necesaria una gestión profesional para mantener el patrimonio familiar frente a la evolución de los mercados, los impactos fiscales, la incertidumbre ante la evolución de la normativa futura, los conflictos familiares, la ausencia de una estructura de gobierno o la falta de una estrategia adecuada de diversificación de riesgo. Si el patrimonio ha crecido y no se puede administrar solo, si esta gestión ocupa demasiado tiempo o no se dispone de los conocimientos necesarios la solución de contratar un Family Office es más que aconsejable.
5- ¿Cómo opera para conseguir resultados?
Este producto elabora un modelo de gestión de riesgo (risk management) para la familia y su patrimonio caracterizado por la profesionalización con el que, además de los resultados específicos, se obtiene un ahorro por la unificación. Organizar la prestación de servicios comunes y garantizar el mantenimiento y la transmisión de los valores a las distintas generaciones familiares también es uno de sus rasgos característicos.
En resumen, un modelo hasta ahora reservado para las grandes fortunas que cada vez se implanta en las familias sin un gran patrimonio pero deseosas de ‘poner en orden’ todos sus activos (ahorros, propiedades, inversiones, etc.). Solo le queda, después de leer esta información, contactar con una empresa especializada.