La generación del «baby boom» ya está a las puertas de la Seguridad Social. Entre finales de 2022 y 2023 comenzarán a llegar a los 65 años quienes nacieron entre finales de los años cincuenta y casi ochenta del siglo XX. Para entonces el sistema debe estar asentado sobre pilares sólidos porque, de lo contrario, no resistirá la presión. La oportunidad de dejar, al menos encarrilada, la reforma futura se desvaneció en febrero, cuando, a las puertas de la cita electoral de abril, la comisión del Pacto de Toledo escenificó el desacuerdo que impidió a sus señorías recomendar al Gobierno una hoja de ruta que permitiera legislar y apuntalar las pensiones. Podemos rompió la baraja para no insuflar aire al PSOE con un acuerdo que entonces hubiera podido rentabilizar en las urnas.
Los temores sobre el sistema público de pensiones, que atraviesa una situación financiera difícil, han calado en la sociedad y todos los organismos nacionales e internacionales están instando a España a emprender las reformas necesarias para dar estabilidad al sistema y asegurar su sostenibilidad. El último ha sido el Instituto BBVA de Pensiones. Ayer presentó su VII encuesta centrada en los «baby boomers». Según este estudio el 55% de los españoles de esta generación, nacida entre 1957 y 1977, estima que sus ingresos futuros no les permitirán vivir sin aprietos durante su vejez y casi ocho de cada diez no tiene ni una idea aproximada de cuánto cobrará del Estado tras la jubilación.
La socióloga Elisa Chuliá, miembro del foro de expertos de esta institución de análisis, apuntó ayer que esta discrepancia puede responder a que «prevalece en la opinión pública que el sistema no es cien por cien sostenible», más allá de la situación particular de cada individuo. «Seguramente se confía en que los políticos pongan sobre la mesa respuestas. Si la gente estuviera mejor informada, aceptaría mejor las reformas», ha sostenido.
Según el Instituto BBVA de Pensiones el 72% de los entrevistados considera que el total de la pensión que cobrará a lo largo de su vida tras la jubilación será inferior a lo cotizado a la Seguridad Social mientras trabajaba. «Tres años de cotización financian hoy día aproximadamente un año de pensión. Por tanto, una carrera laboral de 40 años financia unos 13 años de pensión. Si de media los jubilados perciben una pensión durante 17 años, cada pensionista recibe, también de media, cerca de un 30% más de lo cotizado en su vida laboral», aseguró Luis Vadillo, director del instituto. Un 35%, además, no sabe que las pensiones se pagan con las cotizaciones de los trabajadores.
Pese al «déficit de cotización», el 46% de los entrevistados estima que la reforma del sistema de pensiones debería centrarse en subir las pensiones más bajas, un 35% en garantizar que las actuales y futuras puedan pagarse sin aumentar la deuda pública y solo un 18% estaría a favor de ajustar mejor las pensiones a lo que cada cual ha cotizado. Sin embargo, un 69% sería partidario de que cada trabajador tuviera su propia cuenta individual en la que se fueran acumulando las cotizaciones y sobre la que se calculase la pensión.
Aunque una mayoría de los encuestados estima que no vivirá sin aprietos tras la jubilación, les gustaría retirarse a los 62 años de media y prevén hacerlo a los 66 años. Solo al 21%, además, le contemplan seguir trabajando parte de la jornada y cobrando una parte de la pensión llegada la edad de jubilación. Esto es lo mismo que decir que una mayoría no prevé alargar la vida laboral para tener un mayor nivel de renta.
«Los “baby boomers” somos muchos, hemos sobrevivido mucho, vamos a vivir más que nuestros padres, y tenemos el problema de que queremos jubilarnos pronto. Tendríamos que ser conscientes de la necesidad de trabajar más tiempo. No se trata de recortar la pensión a nadie, sino de ver qué quiere la gente y cómo hacerlo compatible con una economía que sea competitiva internacionalmente», aseguró Chuliá, tras recordar que entre los años 1957 y 1977 nacían 650.000 niños al año de media, frente a los menos de 400.000 actuales, lo que en los próximos años, avisó, empeorará el número de trabajadores por cada pensionista.
Fuente: ABC.es